El pasado sábado 24 de mayo, la pareja se dio el "sí quiero" en la fortaleza Belvedere de Florencia, un edificio del siglo XVI que fue acicalado para la esperada boda.
Después de tres meses de especulaciones sobre la boda mas mediática del año, se dijo en un principio, que la pareja se casaría en París, pero finalmente se decantaron por Italia, para celebrar su matrimonio.
Uno de los principales misterios era el vestido que llevaría Kim Kardashian. Al final, se decantó por un diseño de encaje de Givenchy, luciendo fantástica con un enorme velo y la melena suelta. La firma italiana, también se encargó del esmoquin de el futuro marido, Kanye West y del traje del bebe de los recién casados, North West.
Kim si que fue a París, pero a celebrar su despedida de soltera son sus amigas a lo grande. De paso que estaba en la capital francesa, el viernes por la mañana, la familia pasó el día en el castillo del diseñador Valentino y esa misma noche, hicieron la cena pre-boda, que tuvo lugar en el Palacio de Versalles. Una fiesta en la que no faltó el champán, se descorcharon por las 1.000 botellas, y en la que la cantante Lana del Rey actuó para la pareja.
La pareja llevaba mucho tiempo preparando el enlace, al igual que la lista de invitados, a los que se les entrego una lista con normas para la boda, sobre todo vinculadas con la vestimenta. Una de las normas era que todos los caballeros deberían llevar corbata negra.
Como no podía ser menos, al enlace asistieron las hermanas de la novia, Khloé y Kourtney Kardashian, Kendall Jenner y Kylie Jenner. Jaden Smith, hijo de Will Smith y el cantante, Justin Bieber, tampoco quisieron perderse el enlace. También asistieron David Blaine y el diseñador Alexander Wang.
Espero que sean felices y mi enhorabuena a los recién casado.
Un saludo y hasta el próximo post.
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